Por fin es viernes... Viernes bendito, ¡viernes santo! Otra semana de supervivencia al límite bajo unas condiciones lamentables.
Pero veamos, poco a poco... Por el principio.
¡Estamos en obras, sí señor! Después de un susto inicial, pensando que acabaría estafada y sin ni siquiera empezar la obra... ¡Ya tenemos a los obreros cohabitando con nosotras! De hecho, ya llevan una semana currando y están en plena faena.
Como todo el mundo que ha tenido obras en casa sabrá, no hay apaño que salga bien y esto se convierte en una odisea. Las fotos del baño ya las subiré otro día y también hablaré de las desgracias que nos han ocasionado en el piso (entre otras cosas que no tenemos agua en toda la casa y que durante dos días hemos tenido un "dúplex", ya que nuestro baño conectaba DIRECTAMENTE con el pasillo de nuestro vecino... sí, adiós pared).
Pero hoy voy a hablar de los documentos acreditativos que certifican que este fenónemo es real y no la invención de gente aburrida que no tiene nada mejor que hacer que postear en un blog.
Cuando hay obras, cunde el pánico. Sabes que vas a tener que vivir embadurnada en yeso y que se colará por cada poro de tu piel. Sabes que tendrás el baño abarrotado de trastos, que te tocará madrugar y pelear con los obreros, pero... ¡Ajá! ¿¡Y el factor vecinos!?
Comienzan las obras:
1.- Se presenta el señor A., vecino de al lado diciendo que le han hecho un boquete en la pared que da a su pasillo. El obrero lo certifica. ¿Causa? No hay pared entre su pasillo y mi baño, solo un tabique de 4cm de grosor de los cuales la mayor parte era yeso. El operario en cuestión me demuestra que con el dedo se puede separar el cemento que había entre ladrillo y ladrillo. Los años de humedad han hecho que la pared esté a punto de caerse por su propio peso. Al día siguiente las hoquedades van a más... ¡Conexión directa con el piso del vecino! Ya subiremos también las fotos de la parte de su pasillo que se veía a través del agujero.
2.- Se presenta la señora M.L., dueña de la perra muda M. (vecina de al lado). Con la carga de los ladrillos le hacen una rascada en la puerta de la entrada de... menos de un centímetro. Me monta el pollo. Descubre otra rascada. Me monta el pollo. Yo le digo que cerrando la muerta la segunda rascada no se ve, con lo cual no pueden haberla hecho los obreros porque su puerta ha estado cerrada durante toda la mañana.
3.- La señora XXX baja por las escaleras del segundo y me pilla de pasada. Palabras textuales: "Qué de polvo levantan las obras, nena. A ver si andamos con cuidado, que la barandilla está que da asco y yo me tengo que agarra para bajar". Respuesta en palabras textuales: "Señora, las obras son en un ático y es mi casa (un octavo real). Es imposible que el polvo baje hasta aquí."
4.- Se presenta la señora XXX2 ante mis obreros y les prohiben usar el ascensor para cargar sacos de 25 kilos de cemento. Textualmente: subidlos andando. Los obreros lo flipan, evidentemente.
5.- Me viene el señor XXX y me acusa de que un operario de 75 kilos ha estado subiendo... ¡3 sacos de cemento a la vez en el ascensor! ¡Tiemblen señores! 75 kilos + (25 kilos por saco x 3) = 150... Tope del ascensor = 300 kg. Sin comentarios.
6.- Voy a preguntar por el jefe de portal... Me dicen que está desaparecido. Pido la llave que da a la llave de paso del agua para que me cambien la instalación. No hay llave. Los obreros tienen que hacer peripecias para hacer el cambiazo.
7.- Se me quejan de que el ascensor está sucio. Se lo comunico a los obreros. Respuesta textual: Nosotros pusimos tres veces cartones en todo el ascensor, tres veces lo han quitado los vecinos porque no les gustaba verlo ahí.
8.- Acuse indirecto (es decir, cuchicheos que han acabado llegando a mis oídos). Resulta que los obreros "han-hecho-un-rajote-inmenso-en-el-mármol-de-la-entrada-del-edificio-y-a-ver -cómo-se-arregla-eso-ahora". Diez de la noche, recién llegada a casa, me precipito escaleras abajo con un apuro del copón... Y tardo diez minutos en localizar el rajote en cuestión. Está en el suelo, deduzco que es de arrastrar algo. Se lo digo a los obreros. Respuesta: "Imposible, pusimos todo el camino con cartones para que no pasara". Efectivamente, el rajote en cuestión tiene tonalidad salmón, los zulejos de mi baño eran... ¡rosas!.
Después de tanto numerito, alguno comprensible... como por ejemplo el boquete en la pared del señor A., que lo ha llevado todo con mucha calma... Me he visto obligada a poner una nota en el ascensor a ver si así por lo menos se tranquilizan las cosas y yo puedo vivir tranquila y los obreros trabajar en paz. No sé qué pasa, pero parecen olvidar que las más afectadas por las obras somos nosotras. No nos podemos duchar, no tenemos agua en la casa y esto parece Pompeya pero con yeso en lugar de con volcán. Y encima tengo el pelo reseco. Cagüentó, la ley.
Transcribo (más o menos que no me apetece mirarlo):
Estimados vecinos,
Soy la propietaria del 6º-3ª (actualmente en obras). Lamento las molestias que se pudieran derivar de las reformas de mi baño, como por ejemplo los ruidos y el polvo que se pudiera generar cerca de la casa.
He tomado medidas para que el peso no supere la carga máxima del ascensor (300 kilos).
Si alguien tiene alguna duda o queja (o palabras de ánimo) diríjanse directamente a mí, ya que será la forma más rápida de arreglarlo. Podrán encontrarme en casa por las mañanas y durante la noche.
Y sí, se hizo la calma.
Ahora, el único problema es mi cuenta bancaria. Después de pagar el 20% al firmar el contrato y el 30% con el inicio de las obras... Me descubro en la miseria absoluta. Y no, no es una exageración.
En la imagen no se termina de ver... pero esa es mi libreta bancaria y la última cifra del total de dinero que tengo... 1.64 euros, me parece recordar.
¿Y lo mejor? Mañana es sábado y los obreros vuelven a venir, con lo cual toca madrugar.
Ah... No sé si alguien sigue leyendo esto a estas alturas, pero vais a acabar de posts sobre las obras hasta las narices. Para que os hagáis una idea de lo que viene por delante:
-¿Estafa de la mafia? ¡Interviene la prensa!
-Documento gráfico de excepción: el zulo de casa.
-Reportaje extra: Cómo lavarse los dientes en esta casa. Una operación de excepción que requiere la colaboración de dos personas.
Yeah, baby... y eso es solo el principio. A nadie le interesará, pero yo necesito dejar esto por escrito para recordar a lo que he sobrevivido. Mamá, de mayor quiero ser pirata.
Babor y estribor, si escuchas el canto de la sirena son solo cantos de muerto. No les prestes atención... Los susurros de las brujas son los trinos del mar que te arrastran al infierno...
Esta va por ti, Jeparla.
